No era extraño ver estudiantes de las distintas casas en la punta de sus pies intentando localizar entre la multitud a algún amigo. Lo que si es extraño -y que todos se detienen a ver- es a -exasperadas- serpientes prácticamente atravesando las paredes con la mirada.
Pues esa mañana Andrés Andrew había faltado a su primera clase: pociones. A
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